Don Pepito ya se ha lanzado a la tremenda, que los indigentes tomen la calle y se planten delante del Parlamento de Canarias para que sus señorías “dejen de cobrar hasta que pase la crisis y desaparezcan las colas de la miseria”. Muy bien por este soberanista que, muy sutilmente se preguntaba en su editorial de este lunes “¿qué coño es eso que unos desvergonzados políticos estén viviendo bien y el pueblo pasando hambre? Preferimos, como dice el aforismo, sufrir el rojo de la indignación en estos momentos, que no el amarillo de la vergüenza del arrepentimiento en el futuro. Esa hipocresía les pasará cuentas. Viva la independencia y la honradez y responsabilidad, porque la independencia es la única solución a la podredumbre que padecemos”. Es una pena que metido en ese ardor guerrero, a don Pepito se le haya olvidado renunciar al pesebrito, es decir, a la ayuda que recibe cada año vía subvención a la prensa por parte del Gobierno regional. Una ayuda que en 2010 fue de más de 342.000 euros, dinerito con el que funcionarían unos cuantos meses todos los comedores sociales de Canarias. Por cierto, ¿continuaremos los canarios sufragando con nuestros impuestos a este periódico durante 2011? Más bien reclamamos que no, dicho sea de paso y sin ánimo de ofender a nadie.