El almuerzo que les relatamos estaba organizado por el Centro de Estrategias Empresariales, uno de los sanedrines que operan con éxito en la capital grancanaria y que acostumbra convocar a un personaje público con el que un grupo de empresarios charla de modo distentido y discreto. Soria era el invitado del mes de ese sanedrín, lo cual no fue óbice para que su eficaz y tiquismiquis jefa de protocolo se presentara con antelación suficiente en el restaurante para conocer dónde se iba a sentar su señorito y dónde “el resto de los invitados”. Los convocantes le explicaron que “el invitado es el señor Soria y nosotros somos los anfitriones”. La celosa profesional quedó satisfecha con las explicaciones empresariales y se marchó por donde había venido.