A Madrid van por oleadas. Ya saben que Adán Martín, el presidente de Canarias, ha estado recorriendo ministerios a ritmo de infarto. Va camino, sin quererlo, de igualar al mejor Lorenzo Olarte cuando se propuso -y consiguió- visitar las siete islas en un sólo día. En tantas sesiones, muchas fueron las propuestas colocadas sobre mesas ministeriales, pero una de ellas ha conseguido superar a todas las demás en demencia y estulticia. La lanzó un asesor del Gobieno de Canarias a cuenta del asunto de regular la residencia de extranjeros en Canarias: “Pongamos a cada visitante que viene una pulsera, debidamente programada según el motivo y la extensión del viaje. Cuando venza el plazo comprometido, la pulsera se pone a sonar”. Y a partir de ahí, más genialidades perfectamente respetuosas con la legalidad internacional.