No es la primera vez que sufrimos agresiones de este tipo desde la televisión pública canaria. Los celosos guardianes de las esencias democráticas que se conducen a su bola por los servicios informativos del ente, han conseguido lo impensable cuando nos mencionaban: suprimir aquellos titulares en los que quedaban en evidencia José Manuel Soria y/o José Carlos Mauricio. Así, escándalos como los casinos, los aerogeneradores, La Favorita y otras lindezas denunciadas y publicadas aquí, en las que se han visto envueltos esos dirigentes políticos fueron sencillamente silenciadas por esa televisión. Este viernes presentamos una queja formal al director general del ente y a varios miembros del consejo de administración, donde se sienta, para mayor gloria de los derechos fundamentales, un personaje tan funesto como Larry Álvarez, al que a veces hace los coros el inefable Bermúdez, uno de los más aventajados cachorrros de la ATI profunda.