Los problemas en La Cornisa arrancan del comienzo mismo del negocio, cuando empezaron a recabar socios para el club. La avaricia rompió el saco y de repente alguien quiso quedarse con todo el pastel, lo que cabreó a 160 de los primeros abonados, que tienen el asunto en los tribunales. Más reciente es el pleito que ha presentado a la propiedad la empresa que explota las instalaciones, Dinámica, que incluso llega a acusar al actual director general de Santana Cazorla, Arturo Ramírez, de haber urdido una trama para perjudicarles gravemente. Siendo Ramírez director comercial de La Caja, a donde llegó como fichaje estrella de la actual dirección de la entidad, concedió un aval a Dinámica y ahora, desde su nuevo destino, ha sido el encargado de pedir su ejecución, por lo que ha sido denunciado. De momento consiguió que ejecutaran el aval -al parecer con inusitada facilidad- desde su antigua empresa.