LA MIRADA DE ANDERSSON / El rey sin corona

Es el MVP (jugador más valioso), por segundo año consecutivo, de la NBA. Es el jugador franquicia del equipo, los Cavs de Cleveland, que más partidos gana en temporada regular. Es, tras firmar un contrato de 90 millones de dólares antes de debutar en la liga y después de sobresalir en el instituto de St. Vincent-St. Marys, el gran reclamo publicitario de Nike. Ha sido seis veces All-Star, donde en dos ocasiones también fue designado como MVP del duelo entre Este y Oeste. Fue elegido número uno del draft de 2003 y, poco después, fue nombrado Rookie del año sin discusión. Es campeón olímpico (Pekín 2008). Es la gran estrella de la NBA. Es el rey (King James), pero es el rey sin corona.

En su séptimo asalto al anillo de campeón, LeBron James ha vuelto a fracasar. Y la apuesta de este año, con la compañía de Shaquille O'Neal, Antawn Jamison, Anthony Parker, Mo Williams, Anderson Varejao, Zydrunas Ilgauskas, Delonte West o Leon Powe representa un gatillazo mayúsculo en el currículo del jugador de Ohio. Como en 2008, y en el mismo cruce (Semifinales de Conferencia), los Celtics de Boston interpretaron -esta madrugada- el papel de verdugos de los Cavs (94-85). Antes ejecutaron ese papel los Pistons de Detroit, los Spurs de San Antonio o los Magic de Orlando que, con sus victorias, han rellenado con fracasos la hoja de servicios de Lebron en playoffs.

La derrota, severa, además puede tener un efecto devastador en la franquicia de Cleveland. LeBron James se convertirá en agente libre este verano y en Manhattan, en el Midtown de Gotham, los Knicks están dispuestos a todo para contratar a la estrella de la liga. La franquicia de Nueva York hace cuentas, desde hace varias temporadas, para ajustar su tope salarial y liberar todo el gasto posible para poder ofrecer al alero de Akron el mejor contrato. Anoche, en Boston, los cuatro periódicos de NY (Times, Post, Daily News y Observer) enviaron corresponsales a la espera del fracaso de los Cavs, frustración que debería abrir las puertas del Madison Square Garden a King James.

El destino de LeBron, además, marcará la fortuna de mucha gente. Por ejemplo, el de Mike Brown, entrenador que ha sido incapaz de iluminar el camino del jugador hacia su primer anillo y de obtener el máximo rendimiento de una plantilla tan amplia, con tanto fondo de armario y con tantas posibilidades, como la de los Cavs. El técnico, señalado como culpable, será el gran damnificado de la eliminación de la franquicia de Ohio, pero no será el único que salga marcado, con el sello de perdedor, de la serie ante los Celtics.

Mo Williams, a años luz de Rajon Rondo, no ha dado la talla como base titular de un equipo que aspire al anillo. Antawn Jamison, fichaje estelar a mitad de temporada, ni ha encontrado hueco en los férreos sistemas de Mike Brown ni ha asumido su papel de escudero de LeBron. Shaq O'Neal y Zydrunas Ilgasukas agotas sus movimientos sobre los parqués de la NBA. Y Delonte West ya sólo destaca por sus problemas extradeportivos.

¿Trasladará su trono LeBron a Manhattan? Sea cual sea su decisión, en noviembre regresará para iniciar la búsqueda de la corona que reclama. Condiciones para reinar tiene, pero ¿sabrá, algún día, liderar a sus tropas hacia la victoria? No le pierdan la vista. Hará historia.

martin@canariasahora.com

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