España, Portugal y Marruecos organizarán en 2030 el Campeonato del Mundo de Fútbol de la FIFA, en un encuentro que será histórico porque también se disputarán partidos en Argentina, Chile y Uruguay. Un mundial que se celebrará en tres continentes, que tendrá una de sus sedes en Gran Canaria, una isla que siempre ha sido un punto de encuentro, una plataforma de intercambio cultural entre Europa, África y América, por su posición geográfica en el Atlántico Medio y porque históricamente ha sido lugar de paso, escala, incluso laboratorio de ideas.
Gran Canaria ha logrado colarse en una lista de sedes potentes, con gran tradición futbolística, gracias a un proyecto que tiene como ejes fundamentales el Estadio de Gran Canaria, que se someterá a una profunda remodelación para cumplir con las exigencias de la FIFA; las infraestructuras turísticas de la isla, que sitúan la candidatura entre las sedes con mayor número de plazas alojativas (a la altura de las grandes ciudades con las que compite); y la conectividad aérea.
A pesar de que inicialmente no era una de las sedes con más apoyos para ser elegida, el trabajo y la predisposición de todas las administraciones que forman parte de la candidatura fueron decisivas para que la FIFA eligiera Gran Canaria como sede de uno de los acontecimientos deportivos más importantes de los que se celebran en el mundo del deporte. Una competición que se disputa cada cuatro años y concita, tanto in situ como a través de la televisión, a millones de aficionados.
Es por esta razón que el Mundial de Fútbol situará a Gran Canaria, durante la celebración del evento y en los meses previos, como centro de atención y punto de encuentro de aficionados al fútbol, que se desplazan desde todos los puntos del planeta, a presenciar en directo las evoluciones de su equipo nacional. Es, además de un acontecimiento deportiva de primer nivel, una oportunidad más de dar a conocer al mundo las bondades de la isla.
Para que Gran Canaria se convierta en centro neurálgico del fútbol mundial, ha sido clave el respaldo de la corporación propietaria del Estadio de Gran Canaria, el Cabildo de Gran Canaria, que aprobó con el apoyo de todos los grupos políticos, una inversión de 101 millones de euros para la ampliación del Estadio de Gran Canaria hasta 44.000 asientos.
El proyecto ganador para esa remodelación necesaria, elegido por un jurado en el que participaron especialistas en la proyección de grandes infraestructuras, fue el presentado por el equipo de arquitectura de L35, que firmaron también el proyecto del nuevo Santiago Bernábeu. En los próximos meses se iniciarán los trabajos de este ambicioso plan, que no solo mejorará las instalaciones futbolísticas, sino que también permitirá la celebración de eventos congresuales y culturales, diversificando la economía local con la incorporación de nuevas tiendas y empresas.
Pero además de albergar esa fiesta del fútbol mundial, el proyecto del nuevo Estadio de Gran Canaria se presenta como una oportunidad de negocio que pretende dinamizar la instalación deportiva más allá de esa cita que cada 15 días tiene la afición de la UD Las Palmas, inquilino del estadio. La propia organización de la FIFA destacó en varias reuniones que el objeto de estas remodelaciones que se llevarán a cabo de buena parte de los campos que albergarán partidos del Mundial debería tener un modelo de negocio que haga rentable esa instalación deportiva más allá de 2030. Y ese es uno de los principales ejes del proyecto La Nube, un modelo que permita la proyección internacional que incluya también el turismo de congresos, y que, con el fútbol como punto de partida, la isla se transforme en un hub internacional de eventos deportivos y de negocios.
España calcula que el impacto económico global de la celebración del Mundial será superior a los 10.000 millones de euros, con una inversión directa en infraestructuras y generación de empleo sin precedentes. En el caso de Gran Canaria, la modernización del Estadio de Gran Canaria, que ampliará su aforo a 44.500 espectadores, será solo el punto de partida de una serie de mejoras en la infraestructura deportiva y urbana de la isla.
El Mundial supondrá “una transformación total de nuestra tierra como fuente de riqueza”, en palabras del consejero de Deportes del Cabildo de Gran Canaria, Aridany Romero. “El Ministerio de Industria y Turismo cuantificó en un primer análisis que el retorno económico que implicaría el Mundial para España iba a ser de cinco mil quinientos millones de euros. La Real Federación Española de Fútbol, en base a la información de sus consultoras, nos ha adelantado que esa cantidad se va a doblar. Al final, no estamos hablando solo de un evento deportivo, con los cuatro partidos que se podrían celebrar aquí y el poder terminar la obra del Estadio de Gran Canaria, un viejo anhelo de todos. También estamos hablando de una oportunidad económica para los hombres y mujeres de esta tierra, para sus empresas, para sus industrias, para sus trabajadores”, añade.
El impacto económico que va a tener la reforma del Estadio de Gran Canaria, que superará los 100 millones de euros, “va a ser brutal para las empresas constructoras de Gran Canaria, la mano de obra. Al final, Gran Canaria vuelve a liderar el impulso económico, de transformación, en esta ocasión con la excusa del deporte y del Mundial de fútbol, pero volvemos a ser la guía económica de desarrollo urbanístico, de desarrollo en las inversiones, de la generación de economía. Es el movimiento de decenas de miles de personas y eso en España y en Europa lo sabemos hacer mejor que nadie”.
Como todos los grandes estadios de Europa, el de Siete Palmas también apostará por diversificar la oferta con empresas de restauración, coworking, salas comerciales que estarán abiertas todos los días, todo regido por un modelo de gestión “que supondrá una importante fuente de ingresos y que permitirá que el Cabildo puede recuperar parte de lo que se va a invertir”. Es la mayor inversión realizada por la coporación insular en una infraestructura deportiva, “pero vamos a tener el mejor estadio para los próximos 50 años y el retorno correspondiente”.
Esta obra y la consecución de la sede para el Mundial forman parte de un proyecto mayor, que sitúa a Gran Canaria como referente del deporte y como lugar de celebración de grandes eventos deportivos. “Puede parecer que el mayor logro sea ser sede del Mundial de Fútbol, que sí, que nos ha requerido muchísimo, pero, también hemos conseguido el Mundial de Rallys, tenemos pruebas punteras como la TransGranCanaria, la mejor valorada dentro del mundo de la carreras de Trail; pero también albergamos pruebas mundialistas con frecuencia de deportes náuticos como el windsurf, la vela, el surf, bodyboard, paddle surf; y seguiremos ampliando esa oferta, porque los propios promotores de grandes eventos saben que somos un destino fiable para la celebración de grandes pruebas, son ellos los que a menudo se dirigen a nosotros porque ya somos referencia a nivel mundial”.
Esa marca que ya se identifica con el Campeonato del Mundo de Fútbol y que coloca a Gran Canaria como isla mundial, “implica también la celebración de todas estas pruebas de las que hablamos. El salto que hemos dado estos años con la consecución de la sede mundialista o con la celebración del Mundial de Rallys son pasos que nos marcan el camino a seguir. Por nuestra parte seguiremos trabajando en la remodelación y modernización de nuestras instalaciones, ya está en marcha el Estadio de Gran Canaria, también el Centro Insular de Deportes, que estará terminado en el primer semestre de 2027 y será un nuevo epicentro de la actividad física y deportiva de primer nivel; tenemos el Gran Canaria Arena, que ha vuelto a ser sede de la fase final de la Copa del Rey de baloncesto. Esa son nuestras líneas de actuación, es lo que nos toca y en eso trabajamos”.