Me acusan de ser de ATI por Victoriano Ríos

En las últimas semanas se ha unido al mismo coro el CCN, que ha anunciado un pacto electoral con una serie de partidos insularistas y queda definido, al parecer, en que ellos representan a Tenerife y Nueva Canarias, como no podía ser de otra forma, a la isla de Gran Canaria. Es decir, los que acusan a la CC tinerfeña de ser insularista y mangoneadora, los áticos de siempre, que ya no existen como formación política, han retrocedido en el tiempo, nada menos que ¡23 años! (en 1985 en Betancuria, Fuerteventura, se fundaron las AIC) y han puesto en marcha una ¿plataforma canaria? aún sin nombre (les sugiero el nombre de AIC bis o Vieja Canarias, porque eso representan), para intentar recomenzar un proceso que lleva gobernando en el Archipiélago casi 15 años.Los planteamientos, hasta la fecha, de esta plataforma no difieren en absoluto de los de CC, incluso con frases tipo eslogan como “de la Isla al Archipiélago”, “moderno nacionalismo canario”, etcétera. Ahora dicen “nacionalismo moderno”, como no podía ser de otra forma, desde una sospechosa incoherencia, pues prácticamente casi todos los partidos insularistas que integran la plataforma y sus miembros han pertenecido a Coalición Canaria y no han aportado nada nuevo al nacionalismo canario. Entonces, ¿cuáles son las motivaciones de la separación? Sencillamente, personalismos ocasionales, que no dudo que hayan podido tener los que pertenecen a cualquier partido político, antes y ahora, y que hayan podido favorecer puntuales desacuerdos coyunturales. Estas ocasionales diferencias han sido aprovechadas por formaciones políticas centralistas y jacobinas para ahondar en nuestros distanciamientos, utilizándolos para su propio provecho. La historia reciente de los nacionalismos periféricos nos ofrece claros ejemplos de los perjuicios de los personalismos, como la separación del PNV y EA, o los esfuerzos por mantenerse unidos de Convergencia y Uniò, CiU, con razones mucho más serias que las nuestras, para evitar una separación definitiva. En Euskadi y en Cataluña ya ha ocurrido, sigamos el ejemplo de la segunda. Todavía estamos a tiempo de una reflexión profunda, antes de que el pueblo canario nos la exija. Mientras, sigo muy orgulloso de pertenecer a CC y antes a ATI-AIC, ambas impulsoras, y no únicas ni exclusivas, en la profundización del moderno nacionalismo canario, con el gran objetivo de superar los graves problemas de supervivencia que tendremos que afrontar en los próximos lustros, para que Canarias sea respetada en el concierto de los pueblos. El ejemplo de la coalición de CC con el PNC para la obtención de las cotas necesarias de autogobierno que la ciudadanía canaria vaya demandando es el mejor camino a seguir.

Victoriano Ríos