El veterano líder del Frente Nacional participó junto al resto de candidatos en un mitin dirigido a estudiantes, fue en ese encuentro donde se opuso a la distribución de preservativos en los institutos de secundaria, aconsejó la masturbación a las mujeres para evitar los embarazos no deseados y excluyó la paridad hombre-mujer en su Gobierno si fuera elegido. Le Pen también llamó “imbéciles” a los estudiantes que le abuchearon, de quienes dijo que tienen menos educación e inteligencia que los jóvenes que provocaron la revuelta de las banlieu (barriadas periféricas de París) en 2005. Todo esto que, por la estupidez que rezuma, podría parecer un chiste o una escena de absurdo delirante se convierte en algo que da miedo si recordamos que en las últimas elecciones a la presidencia de la República francesa, Le Pen pasó a la segunda vuelta y entró en liza con Chirac.De hecho, Le Pen está convencido de que repetirá su gesta de 2002 y el próximo 22 de abril será uno de los dos candidatos más votados y pasará a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. “Francia está en una situación inestable”, argumenta una y otra vez. Y ese mensaje de miedo ya se ha visto que puede calar, incluso en un país con la tradición democrática y de libertad que tiene Francia. A ese truco de “meter miedo” también se está jugando en España. Y sin llegar a las recomendaciones fascistas del Frente Nacional, sí que aquí se está tirando de la cuerda desde los extremos. Ahora Francia se mira en España y viceversa. Veremos que ocurre, pero ya saben, “cuando las barbas de tu vecino veas cortar…”. Esperanza Pamplona