Carta a Tadeo en su tren por Ricardo Ramírez

Quiero con ello expresarte que no existe ningún estudio reciente de movilidad en la Isla de Gran Canaria y sin este estudio actualizado no sabemos cuáles son las necesidades de transporte en Gran Canaria, ni cómo se define su solución. Sabes perfectamente que el nivel socioeconómico de nuestro país y, con ello, el de nuestra isla, en los últimos años ha evolucionado hasta mejores índices de bienestar. Tal es así, que nuestro producto interior bruto por habitante se ha acercado (y en algunos casos superado) a naciones europeas que, hace apenas un decenio, estaban muy por delante.

Esto ha traído, en algunos casos, comportamientos sociales de nuevo rico, lo que algunos llaman el cambio de las cuatro ces: Casa, Coche, Compañer@ y Criada. Siendo esto no más que una especie de chascarrillo, no es menos cierto que el índice de matriculación de Gran Canaria ha crecido enormemente (en algunos años el crecimiento de las matriculaciones de automóviles fue superior al propio crecimiento del PIB) y si, además, tenemos en cuenta de que se han construido muchos kilómetros de autovía y carreteras, se puede asegurar que el comportamiento y la distribución modal del transporte en esta isla no se parece en nada al hace 10 años. Por todo ello, insisto de nuevo públicamente en la necesidad de la elaboración de un Plan Insular de Movilidad Sostenible, que incluyendo una encuesta origen-destino, evalué y defina las demandas y necesidades de movilidad de todos los habitantes de Gran Canaria, su reparto modal y que ponga en evidencia la necesidad o no de nuevos sistemas de transporte. Puede ser que dicho Plan proponga soluciones que con los actuales, modificados y reforzados medios de transporte colectivo, de las inversiones precisas y de cambios en la eficiencia de la gestión se dé el servicio que la isla necesita.

Un Plan Insular de Movilidad Sostenible es más que la determinación de las necesidades de transporte, también conlleva la actualización de red, la creación de estaciones e intercambiadores, la coordinación insular para una política de transporte unificada, el aprovechamiento de las nuevas tecnologías de información y reconciliar el legitimo desarrollo con la mejora de la calidad de vida y la protección al medio ambiente. Podría con ello desvelarse que toda esa necesidad de la que hablas es un espejismo, en su mejor intención. Hay más intenciones, pero igual no son de las buenas. En este caso, lo que decía Santa Teresa de Jesús, en sus Moradas, que ve es lo más acertado hacer de la necesidad virtud. Pero también es posible que se exponga la necesitad de introducir en Gran Canaria algún sistema de transporte distinto a los ya existentes. En este punto es donde podría debatirse todas las posiciones favorables a uno u otro sistema: transporte guiado ferroviario (tren, metro o tranvía) o el transporte en guaguas rápidas (que también pueden ser guiadas por medios mecánicos u óptico para optimizar su conducción) o “Bus Rapid Transit”, BRT en sus siglas en inglés.

Llegado a este punto de mi carta, me gustaría trasladarte la reflexión sobre la nueva Ley de Ordenación del Transporte por Carretera de Canarias aprobada recientemente en el Parlamento de Canarias, en la que blinda las actuales concesiones hasta por 20 años. Este archipiélago ha sido capaz de introducir la competencia mediante la desregulación en los transportes marítimo y aéreo, terminando con ello con los antiguos monopolios estatales, pero incapaz en el transporte por carretera. Por supuesto, esta reflexión vale para todas las operadoras independiente de su ámbito territorial.

Contestas a otra pregunta sobre el tren diciendo “Yo quiero estar en el siglo XXI, no en el XVII”. Supongo que en 1825 (siglo XIX) cuando se inaugura el primer tren en el mundo, entre las ciudades inglesas de Stockton y Darlington, se dieron los mismos argumentos (cambiando de lengua y de siglos, claro). Y supongo que el mismo argumentario se utilizó en la Isla de Cuba, (cambiando de acento y de siglos, claro) cuando inauguraron el primer tren de España, pues Cuba aún era colonia española, para transportar caña de azúcar al puerto de La Habana desde Bejucal, en 1837. Pero en el año 2008 ya no es lo más moderno el transporte en tren. Lo es el sistema BRT de alto nivel, un sistema de transporte colectivo en guaguas de alta capacidad (hasta 200 pasajeros en guagua biarticulada) y última generación ecológica (biogás, híbridos, etc.) sobre vías dedicadas y exclusivas, con prioridad semafórica, con pocas paradas, prepago y amplia modalidad de títulos recargables y de tecnología sin contacto, incluso mediante el pago por móvil, centro integral de control de servicio y aprovechamiento de las últimas tecnologías para informar en tiempo real a los usuarios. Sus costos son considerablemente menores (hasta un 85 o 90% menos) que el de los de los sistemas ferroviarios, la capacidad de viajeros es de hecho superior a la del tranvía e incluso comparable al metro, tiene mayor flexibilidad y adaptación de horarios y su velocidad comercial es mayor que la de las guaguas estándar.

En cuanto a prestaciones en accesibilidad, confortabilidad y comodidad de las nuevas guaguas y su equipamiento tecnológico (concepto de bus-inteligente) pueden satisfacer las demandas más exigentes. Hay estudios que demuestran que un BRT puede proporcionar el máximo valor medido en términos de costo de ciclo de vida y es la opción más económica en costos de capital, tanto por kilometro como por viajero. Además este sistema tiene un tiempo de implementación corto y, cosa nada desdeñable, aprovecha todas las habilidades y aptitudes particularmente distintivas para desempeñar el transporte colectivo de los operadores locales y de sus técnicos, su know-how. Es evidente que estoy copiando parte de mi artículo que sobre el BRT publicó La Provincia. Sé que lo has leído y como estamos hablando de transporte, permiteme aprovechar “el viaje” y ahorrarme tiempo.

La “Federal Transit Administration” y el “United States Department of Transportation” de Estados Unidos en su libro de “Bus Rapid Transit for Decision-Making for Decision-Making” (Abril, 2004) sostiene que así como el tren, metro y tranvía fueron, en su día (o siglo) soluciones modernas para el transporte público en este siglo que empieza el BRT es lo más recomendable tanto por su costo como por su tiempo de implantación. Ya sabemos de la costumbre americana de poner estadística y calificaciones a todo. Pues bien, en la revista americana METRO MAGAZINE (junio 2007) incluyen el “TOP BRT 25” de las 25 ciudades americanas con mejores sistemas de BRT, algunas de ellas son: Atlanta, Boston, Chicago, Indianapolis, Kansas city, Las Vegas, Los Angeles, (con más de 110 k.) Miami, Orlando?. Todas con sus sistemas BRT construidos en los últimos 20 años o en fase de entrada inminente en funcionamiento.

Por último, querido Tadeo, el número de este mes de la revista La Cámara incluía un reportaje sobre el tren. Con cariño te digo que des las oportunas órdenes al personal que la elabora, para que las próximas fotos que quieran incluir de un tren, sea realmente de un tren, no 3 fotos de tranvías, como pusieron en el ese número. Seguro que fue un error de no especialistas. Ahora bien, comprendo que si quieren incluir una foto de un tren que pudiera construirse en Gran Canaria y no faltar a la verdad, deben poner el tren con su inevitable protección vallada. Pero esta foto, llevará a muchos habitantes de Gran Canaria a localizarse de tal manera sepan a qué lado de la valla quedaran. Estoy deseando saber si quedo “de la valla pa´ca o de la valla pa´lla”

Creo en todo caso, que pensar en tren y construir como guagua, puede ser la mejor solución al transporte en nuestra maltrecha Gran Canaria.

Recibe un afectuoso abrazo y ya sabes lo que le digo a los amigos que veo de vez en cuando: hasta cualquier día a cualquier hora. Y que sea pronto.

Ricardo Ramírez