Chorrada Segura

Pues nada: don Pepe, tan oportuno y dicharachero como siempre, ha declarado no comprender por qué se queja la gente de las colas que ha de sufrir para realizar esa gestión, cuando a esa misma gente no le importa nada hacer colas para las rebajas de verano, puso el hombre por caso. Y es verdad. Los compradores y compradoras hacen cola para las rebajas y los fans de los Rolling hacen colas de tres días para acudir a un concierto de sus ídolos y los hinchas futboleros duermen desde la noche anterior frente a las taquillas del estadio cuando su equipo va a jugar un partido decisivo. Pero, no tiene nada que ver. Ésas son colas voluntarias. Se asumen por el gustirrín de ahorrar comprando algo innecesario muchas veces, por afición y mayormente porque a quienes forman esas cintas humanas a la espera de lo que sea, les sale del trigémino. Las colas del DNI se parecen más a otras, a recuperar sólo en la memoria histórica-: las del racionamiento y son tan vergonzosas como aquellas. Son obligatorias. No se puede ir por la calle ni viajar ni realizar operaciones bancarias ni otras muchas cosas sin el carné de identidad. (Dice al respecto Segura que muchos de los que generan los colapsos en las comisarías son noveleros que alegan haber perdido su documento por hacerse con el nuevo, que es más chachi. Uno se atreve a dudar que la novelería mueva a tamaños sacrificios, la verdad). En fin. Que el DNI no es un capricho, sino una necesidad impuesta por el sistema. Y el sistema debe ser eficiente y eficaz para facilitar al ciudadano su obtención. En este país el funcionamiento del funcionariado ha cambiado cantidad. Da gusto comprobar cómo te atienden en Tráfico y hasta en los departamentos de la Seguridad Social, por poner dos ejemplos. Debe ser que la policía es muy tronca, diga lo que diga Pepe Segura, si no es capaz de acelerar una diligencia que tampoco tiene tanta gaita ni tanto intríngulis, si lo miramos con objetividad.

José H. Chela