Hay quien, por el contrario, se queda como Dios lo trajo al mundo, sin ser modelos ni famosos, ante las cámaras de los profesionales especializados para revistas que hacen del cuerpo femenino uno de sus principales alicientes, simplemente por la pasta. Es lo que hizo Ana María Ríos, la gallega que vivió una angustiosa aventura en México, tras su viaje de luna de miel a Cancún, al encontrarse en su equipaje munición y explosivos de inexplicable procedencia. Salió mucho en la tele, pero nadie se fijó demasiado en su palmito. Ahora ha protagonizado un reportaje fotográfico en la revista Interviú para demostrarnos que andábamos despistados y que no la miramos todo lo bien y atentamente que se merecía. En Arcade, su pueblo natal, se ha organizado una polémica carajera en torno al asunto. Pero, uno es de los que cree que cada cual es muy libre de buscarse las perrillas como quiera siempre que no haga mal a nadie. Pero, resulta que mi gozo en un pozo, porque ni siquiera tratando este baladí tema de los despelotamientos puede uno sustraerse de las connotaciones políticas. En Lepe –localidad famosa por los chistes, como La Gomera, donde existe, curiosamente, un pago que también se llama Lepe-, la teniente de alcalde y delegada de Economía del Ayuntamiento, María Dolores Jiménez, del PP, ha posado desnuda para una revista local que elige el hombre y la mujer más guapos del pueblo. El premio de 500 euros que ofrece la publicación a los vencedores ha engatusado a la concejal (por cierto, verdaderamente bonita) y la animó a prestarse al juego. A su partido y a muchos vecinos les ha parecido fatal el exhibicionismo de la señorita, pero el PSOE –lo que son las cosas- defiende su actitud, lo mismo que el Partido Andalucista. Su portavoz, María Luisa di Prisco, ha declarado que estamos “ante una iniciativa que hay que aplaudir” y que además Mary Loli “está guapísima”. Para que luego digan que no hay diferencias en los talantes. Posiblemente estemos a las puertas del primer caso de transfuguismo municipal por una cuestión de “quítame allá estas vestimentas”. José H. Chela