De excursión en Fitur

Que el presidente del gobierno canario vaya a Fitur me parece muy bien. Somos una potencia turística mundial a pesar de Rita Martín. Lo único que le pediría a Paulino Rivero es que haga de presidente, que venda las excelencias de las islas, que defienda las bondades de nuestro clima, que destaque nuestros maravillosos paisajes, que recuerde que somos la comunidad con más parques nacionales, que tenemos unos fondos marinos que atraen a gentes de todo el mundo (entre otras razones por las especies endémicas que quieren desproteger CC y PP).

Paulino Rivero tiene muchas cosas que decir como presidente de Canarias, por eso no entiendo que se dedique a difundir el mensaje los empresarios turísticos. La patronal ya tiene sus representantes en Fitur, no hace falta que Rivero vaya a Madrid a pedir que bajen las tasas aéreas, a decir que estamos compitiendo con Túnez o Croacia. Canarias fue una de las comunidades donde más bajó el turismo el año pasado. El turismo bajó a nivel mundial un 4%. Baleares tuvo un descenso del 9,5% del turismo extranjero, tuvo 8.9 millones. En Canarias el número de visitantes extranjeros cayó un 13%. Baleares también son islas, tienen las mismas tasas aéreas que Canarias y el presupuesto de Ibatur en 2009, la empresa pública de promoción, fue el equivalente a lo que el gobierno canario se gastó sólo en dos campañas: la de los Estadios de la felicidad y la que comenzó con la excursión a Islandia.

Los datos son claros: en Canarias las cosas se están haciendo muy mal. La consejería de Turismo convoca concursos de promoción que publica en el Boletín Oficial del Estado pero no en el de la comunidad autónoma, ganan empresas que en muchas ocasiones se han montado un mes o dos antes del concurso, que no tienen experiencia en las campañas que se piden en esos concursos. Un gobierno que presume de estabilidad cesa a la viceconcejera de Turismo por criterios internos del Partido Popular. El consorcio de Rehabilitación Turística de Gran Canaria se ha retrasado por el boicot ejercido desde el propio ejecutivo autonómico.

Todos estos datos influyen más en la llegada de turistas que las tasas aéreas. Pero tenemos a un gobierno que se dedica a repetir los discursos de la patronal. El ejecutivo está más cerca de la patronal de la construcción que de la comunidad científica. También está más cerca de la patronal turística que de los expertos en Turismo que dicen que más importante que el número de turistas o las tasas aéreas es la calidad de los visitantes y la renta que dejan. Y tenemos una patronal turística acrítica con los disparates de la consejería de Turismo. Amor con amor se paga. El problema es que este amor gobierno-patronal lo estamos pagando entre todos.

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Juan García Luján