Feijóo no es centrista; es 'peronista'

Las aguas inmundas se desparramaron por toda Galicia con reiterada insistencia ?y a lo largo de muchas semanas-, hasta conseguir el objetivo. O sea, lograr que Feijóo se elevara desde el barro hasta la presidencia del Gobierno autonómico. Pérez Touriño ?cuyo mayor defecto fue su incapacidad para plantar cara y defenderse de unos ataques pérfidos- acabó siendo víctima de la estratagema del “todo vale”, tan típica de la derecha española. El A-8 de Touriño se convirtió en el automóvil más lujoso de la historia. Las reformas en San Caetano y el mobiliario renovado pasaron a ser las nuevas cuentas del Gran Capitán.

Voraz tremendismo

Sobre una ciudadanía sobrecogida por la crisis económica, se construyó una leyenda de voraz tremendismo. El presidente Touriño acumulaba muebles y coches de forma compulsiva. El despilfarro se acrecentaba. El coro mediático de la derecha ?mientras judicialmente se iban conociendo tropelías económicas y presuntos delitos vinculados, por activa o por pasiva, al PP- señalaba impertérrito, con el dedo acusador, a Touriño. No importaba el gasto no pequeño destinado a movilizar a miles de gaiteros y celebrar así las victorias electorales de Manuel Fraga Iribarne, aunque Touriño limitara la fiesta -al ser elegido presidente, en 2005- a un concierto de la Real Filarmonía en la plaza del Obradoiro.

El discípulo bien amado de don Manuel

No importaba que Fraga, destronado por las urnas, se hubiera llevado, para su servicio, otro A-8 ni que, en Madrid, el discípulo bien amado de don Manuel, Alberto Ruiz-Gallardón, hubiera dilapidado lo que no está escrito transformando el Palacio de Correos en su feudo municipal. No importaba adentrarse en las cloacas de la Xunta fraguista, donde el difunto Cuiña se enriqueció sin límites, en paralelo a las andanzas del tal Baltar, reyezuelo de Ourense y muñidor del nepotismo y de mil cacicadas más. No importó que se hubieran incrementado, durante la legislatura de Touriño -en más del 30 por ciento- los gastos destinados a educación.

El numerito

Ahora, Feijoó ha confirmado que de lo único que se trataba era de desalojar del poder a socialistas y nacionalistas gallegos. Su numerito anunciando la venta del A-8 y la compra de un Citröen, de la factoría de Vigo, ha sido penoso. No hemos visto a un estadista. Hemos observado a un peronista o a un profesional del oportunismo o de la demagogia más casposa. Tocaba ganar votos a cualquier precio y eso es lo que hicieron Feijóo, su amigo Rajoy y sus consejeros. Resulta que el modelo Citröen C6, que dice que va a comprar, no se fabrica en Vigo, sino en Francia. Y resulta que el A-8 blindado ?como debe ser y por razones obvias- no puede comprarse en propiedad, sino que ha de comprarse mediante contrato de renting. Y resulta que la mayoría de los altos cargos institucionales del PP, en toda España, circulan con Audi A-8. A ver si Rajoy tiene bemoles y ordena que sus amigos dejen sus A-8 y emulen a Feijóo. ¿A que no lo hace?

* Director de elplural.com

Enric Sopena*