Algo no funciona en la hacienda municipal

En el pleno de septiembre del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, el concejal de Hacienda tuvo un par de actuaciones políticamente incorrectas o cuanto menos, curiosas. La primera fue durante el punto del orden del día en que se trató del estado de ejecución del presupuesto municipal del 2013, a 30 de junio.

En su intervención, Nardy Barrios le solicita al concejal de Hacienda, Agustín Gutiérrez, que le explicara cómo era posible que de un presupuesto de ingresos por multas de tráfico de más de 5.900.000 euros para el año 2013, no solo no había habido recaudación líquida alguna, sino que el Ayuntamiento había tenido que devolver 17.000 euros, y claro, todo esto en seis meses.

Agustín Gutiérrez le da una serie de explicaciones más bien confusas, diciendo que había un desfase entre liquidación y recaudación, y cargando contra la empresa a la que el pasado año le compraron el nuevo aplicativo informático, que no termina de funcionar. Llegó a decir que como no le solucionaran el problema, no les iba a pagar ni una factura más.

Nardy Barrios le preguntó que para qué entrega documentación con el grado de ejecución a 30 de junio, si no se ajusta a la realidad, como el mismo Gutiérrez había confesado. Y Gutiérrez le contestó: “¡Algo tengo que traer!”, y se quedó tan tranquilo... O sea, que sabiendo que la documentación no es fiel reflejo de la realidad, porque hay problemas con la informática, que no permite recoger los ingresos a 30 de junio, aun así, se lleva el tema al pleno municipal para que se tome razón, porque “algo hay que traer”. ¡Cuánto menos es para asombrarse!

La segunda actuación del concejal de Hacienda fue cuando presentó una nueva solicitud de crédito al Instituto de Crédito Oficial (ICO) por 17.987.084 euros, para pago a proveedores por servicios prestados en este año 2013, e incluidos en el presupuesto municipal. Préstamo a pagar en 10 años y con dos de carencia. O sea, que lo comenzará a devolver el próximo gobierno municipal que resulte elegido en las elecciones de mayo del 2015.

Todos los años, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria tiene el mismo problema. Los ingresos por impuestos más cuantiosos (IBI, Circulación, IAE), que importan más de 120 millones de euros, se recaudan en el segundo semestre del año, y consecuentemente, los pagos a proveedores del primer semestre se retrasan hasta el segundo.

Para cubrir este desfase entre ingresos y pagos, en el presupuesto municipal de todos los años, incluido este 2013, se aprueba una operación de tesorería, por la que se autoriza al Ayuntamiento a pedir un crédito, a liquidar a 31 de diciembre, por importe máximo de 15 millones de euros, y con un coste de intereses que no llegaría a los 400.000 euros, si se hubiera solicitado en el pleno de septiembre.

Pero Agustín Gutiérrez, no sé con qué argumento, ha tomado la decisión de endeudar al Ayuntamiento durante 10 años (con unos intereses superiores a los 7.000.000 de euros) antes de utilizar la operación de tesorería aprobada en el presupuesto del 2013. ¡La fuerza de la mayoría, que no la fuerza de la razón!

Cuando se cierre el ejercicio del 2013, y si se da el grado de cumplimiento que dice el concejal de Hacienda que se dio el año pasado ¿Qué va a pasar con los 17,9 millones de euros que se recaudarán y que no se tienen que pagar, porque se han cubierto con este crédito ICO? Pues que quedaran como “remanentes líquidos de tesorería” en la caja del Ayuntamiento. Y conviene no olvidar que el año que viene es el 2014, año pre-electoral. ¿Vamos entendiendo?

Además del grave error con la compra de la aplicación informática, que sigue ocasionando problemas después de más de un año de su implantación, el concejal se ha reforzado con personal directivo (un director general, un coordinador general y algún cargo más), y ahora saca a concurso público el refuerzo de la inspección de tributos y tasas municipales, para que lo ejerza una empresa privada con, por lo menos, tres personas dedicadas a ello. ¡Nunca la hacienda municipal ha tenido tanto técnico cualificado!

A pesar de ello, y a la vista de lo que está pasando, algo no está funcionando en la Concejalía de Hacienda.