El guateque de Soria

Ayer PP Manolo pidió a Zapatero que haga un recorte del gasto público. Mientras la consejera de Sanidad se esconde cuando viene Trinidad Jiménez, y luego le da al portavoz del Gobierno canario las cartas que mandó a la ministra de Sanidad donde le pide el dinero de la deuda. En un capítulo del culebrón el actor se queja de que el Estado ha pedido a las comunidades autónomas que ajusten sus presupuestos, y en el capítulo siguiente pide a Zapatero que recorte los presupuestos, que “sería bueno hacer los ajustes en casa”. Según Soria España no es Grecia pero la imagen que da “es que el guateque todavía continúa, al no aplicar el recorte del gasto público necesario”.

La pregunta es muy sencilla: ¿quiénes están de guateque a costa del dinero público? Pongamos varios ejemplos. Se inaugura un centro de Salud en Costa Calma, en Fuerteventura. Allí va el consejero de Economía y Hacienda con su equipo (no médico) habitual. Jefe de prensa, guardaespaldas, chófer. Añada usted los gastos de los billetes de avión. También se apunta el presidente del gobierno, Paulino Rivero. Que va en helicóptero. El equipo de Soria se entera y usan el teléfono pagado con dinero público para chivarse a periodistas amigos, para que cuenten que Paulino es un gastón, que va en helicóptero mientras el ahorrador PP Manolo va en un sencillo Binter y se aguanta luego media hora en coche, en un acto de sencillez. Acto que hubiera sido más sencillo y más barato si el Excelentísimo se hubiera quedado en su despacho revistando las cuentas para hacer una nueva oferta a cabildos y ayuntamientos, y así evitar que haya que hacer reuniones y más reuniones de presidentes de cabildos, con viajes a costa del dinero público.

La consejería de Turismo presenta una campaña de promoción en la comunidad de Madrid. Allí viajan cien jóvenes vestidos de naranja. También viaja el consejero de Economía y Hacienda. Más dinero en aviones, guardaespaldas, coches de alta gama alquilados en Madrid para que se desplace el Excelentísimo. Esos son las cosas que estamos viendo. Luego hay otros gastos que no vemos, que no nos llegamos a enterar. Por ejemplo los millones de euros en publicidad en los medios de comunicación amigo. En una revista de crónica rosa podemos ver un anuncio que nos dice “Canarias un solo pueblo”. En una revista de sanidad vemos varios anuncios del gobierno canario, coinciden las consejerías que se anuncian con las entrevistas a sus consejeros o consejeras.

Cristóbal Montoro, portavoz de Economía del PP, critica que los gobiernos autonómicos y locales gastan dinero en seguridad, cuando ya el Estado gasta dinero en ese área. Pero aquí en las islas su compañero de partido es el único consejero de Economía y Hacienda del mundo (salvo en casos de País Vasco y países que estén en situación de guerra) que dispone de 3 guardaespaldas. También es el único consejero de Economía y Hacienda que después de rechazar la creación de una policía autónomica dedica luego parte de su presupuesto a crear cien plazas de policía y comprar motos, coches y una sede de varios millones para esa policía.

Dirán que es el chocolate del loro. Pero sabemos que este loro come chocolate envuelto en oro. Los mismos que dicen que sobran funcionarios se dedican a contratar empresas privadas a realizar trabajos que podrían hacer los trabajadores públicos. Una empresa privada para hacer un estudio de una ley de la Consejería de Medioambiente, una empresa privada para controlar la entrada y salida de los trabajadores públicos (en las empresas privadas que controlan los horarios los trabajadores firman un papelito y los jefes llegan temprano y comprueban que no está habiendo fraude).

Cuando el Excelentísimo habla del guateque con presupuesto público sabe de lo que habla. El PP y CC llevan gobernando la comunidad autónoma de forma ininterrumpida desde 1993. El número de enchufados, personal de confianza, altos cargos, trabajadores que han entrado sin oposición, ha crecido año a año. Todos con sueldos que no les pagarían en la empresa privada.Los otros, los que se trabajaron la oposición, los que fichan al entrar y salir, los que están en el club de los mileuristas se han dedicado a dar clases, atender a los enfermos, gestionar la administración de Justicia?A trabajar para los demás. Los enchufados se han dedicado a acompañar a sus jefes a los guateques, a los canapés de las inauguraciones. Lo curioso es que después de 20 años de guateque los señoritos se pongan a gritar ¡se acabó la fiesta!, y lo único que se les ocurre para reducir los gastos es poner en la calle a los camareros, los que limpian el suelo, los que colocan los manteles. Porque ellos no renuncian a viajes en primera clase, en helicóptero, a canapés o al güisqui. El gasto gordo de los guateques, según ellos, son los sueldos del personal del servicio. Como en aquellas películas en blanco y negro de López Vázquez parece que están gritando:¡Qué caro se ha puesto el servicio, señoritooooo?.!

Juan García Luján