Espacio de opinión de Canarias Ahora
Tres falsas justificaciones, se abre una nueva etapa para IUC por Manuel Rodríguez Hernández (Lolo)
“La demonización o satanización consiste en identificar la opinión contraria con el mal, de forma que la propia opinión quede ennoblecida o glorificada. Hablar del vecino como de un demonio, nos convierte a nosotros en ángeles. Se trata ante todo de convencer con sentimientos y no con razones”.
Una mentira repetida mil veces, no deja de ser mentira aunque terminen creyéndosela quienes la inventaron.
Eso es lo que han hecho los “tutores de los dimisionarios de IUC”, repetir la mentira sobre los pactos de IUC en Tenerife con NC y el PIL, una y otra vez, y algunos medios repiten tales mentiras sin que nadie haya podido demostrar la validez de tales afirmaciones, porque esos acuerdos no existen.
El problema es más complejo que eso, y mucho más grave e inmoral de lo que los dimisionarios alegan. El problema es que las máximas responsabilidades dentro de IUC, se crearon un mundo de fantasías con unos métodos antidemocráticos de funcionamiento, a espaldas de la militancia e incluso de los propios miembros de la dirección.
Los problemas vienen de lejos. Utilizaron censos de militantes muy inflados, con el fin de conseguir una mayor representación en delegados para el control de las asambleas de IUC en detrimento de la representación de otras islas y así garantizarse la mayoría de miembros del Consejo Político y perpetuarse en sus funciones.
Aun teniendo mayoría estos consejos no funcionaron democráticamente porque no se convocaban a todos sus miembros, se excluían a los discrepantes y las decisiones en la mayoría de los casos eran al margen del máximo órgano.
La dirección de IUC estaba caduca, estaban en funciones desde hacía más de dos años, pero fueron incapaces de convocar a la asamblea porque sabían que estaban en minoría.
Muchas decisiones políticas y organizativas tomadas en IU Federal las escondían o no las aplicaban, por ejemplo: las decisiones sobre la UAR (Unidad de Afiliación y Recaudación), creada para dar transparencia a los censos de los militantes, la no aplicación de las políticas de alianza y confluencia (el ASA, Alianza Social Anticapitalista), o las decisiones de Refundación de IU, etc. A la militancia se le ha privado de estas decisiones y estas políticas.
La dirección de IUC se olvidó que eran dirección para las siete islas, y centró su actividad en Gran Canaria, donde empezaron a surgir discrepancias y a prescindir de los discrepantes, así se fueron perdiendo organizaciones locales: hace años en Galdar, donde desapareció; luego en Ingenio; luego en Telde y en Agaete. Quedó solo una asamblea insular, en Las Palmas de Gran Canaria, a la que tenían que dirigirse los militantes que aguantaban. Pero surgieron discrepantes en Las Palmas de G.C. y también se prescindía de ellos.
La llamada dirección de IUC se atrincheraba en los locales, cada vez más solos y hacían oídos sordos a quienes le pedían renovación, ampliación de la organización, escuchar a los militantes, etc. Su soledad era visible en los pocos actos públicos convocados por otros y a los que asistían de forma testimonial.
La crisis de IUC en Gran Canaria, ha llevado a la organización a casi la desaparición y los retrocesos electorales no tienen precedentes. Y de esa situación parece que no son responsables los que llevan más de 20 años al frente de la organización; tienen que buscar culpables fuera y aprovechan algunas declaraciones de algún compañero de Tenerife sobre posibles pactos, como argumento moral en su defensa, escondiendo las decisiones soberanas de la Asamblea de IUC en Tenerife, contraria a pacto alguno que no fuera para el Cabildo y los Ayuntamiento, y que para estas instituciones se pactaba solo con SxT y Los Verdes.
Pero la dirección de IUC en Tenerife, ha consultado por tercera vez este año, con la asamblea, que es quien tiene la última palabra. Pero en Gran Canaria, llevamos años que no se le permite a la asamblea pronunciarse y claro, “como la asamblea no es muy importante”, se dimite ante los medios de comunicación, sin explicación a la militancia.
A la convocatoria del Consejo político de IUC, donde acordaron presentar la dimisión, no fueron convocados varios de sus miembros y sabemos que algunos de los dimisionarios lo hicieron previo requerimiento telefónico, porque no estuvieron presentes.
Lamentable también es que los dimisionarios hayan querido privar a los militantes del debate y la lucha electoral; y a la sociedad Canaria de tener la opción de las listas de IUC. Han esperado a comunicar su dimisión a la noche del último día, en que se podía nombrar representantes ante la Junta Electoral.
Para los dimisionarios: ¿Dónde han quedado los militantes? ¿Qué les importa la sociedad? ¿Dónde los estatutos? ¿Dónde la verdad? ¿Dónde la crítica y la autocrítica? ¿Dónde está la responsabilidad? ¿Dónde la ética? ¿Dónde la democracia?
La reacción de muchos militantes no se ha hecho esperar, se han empoderado y han tomado iniciativa los que se han cansado de ser ninguneados y de que hablen en su nombre sin informarles ni consultarles. Y se han empoderado para tomar posición, de forma definitiva, de un proyecto que hoy es el referente de izquierda en todo el país.
Se abre una nueva etapa para IUC y para la izquierda en Canarias, donde los principales valores de IUC serán sus gentes, sus aportaciones, sus ideas, su compromiso y la corresponsabilidad de cada uno de sus miembros.
*Miembro de la Dirección de IUC, que si hubiera sido convocado también hubiese dimitido.
Manuel RodrÃguez Hernández (Lolo)*
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