Espacio de opinión de Canarias Ahora
Mujeres: víctimas, acosadas, maltratadas y castigadas por Alicia Villa
Somos víctimas destinadas al sacrificio o expuestas a graves riesgos en manos de todas aquellas personas que carecen del mínimo respeto hacia nuestra figura, anulando nuestra presencia y vulnerando nuestros derechos. Somos acosadas, perseguidas, sin tregua ni reposo, por todos los que faltos de autoestima necesitan chupar de nuestra esencia para sentirse vivos e importantes.
Diariamente se nos maltrata y si grave es la violencia física, la verbal nos diezma segundo a segundo. En nuestros hogares sobrevivimos con la dura carga familiar esperando a que llegue la tan deseada igualdad, ese reparto equitativo de las tareas, la corresponsabilidad. En nuestros trabajos hacemos malabares y jornada continua tras las labores domésticas y cuidados familiares para ser ninguneadas por el jefe, Primate que nos suelta a diestra y siniestra perlas del calibre: “Ah, pero las mujeres también piensan” o “Se te paga para trabajar, no para pensar” o “Arreglen sus diferencias o las despido a las dos, son cosas de mujeres en las que no voy a entrar”.
Si lo expuesto no es suficiente para tocar fondo en la percepción de la imagen corporal, aún nos queda el obsequio diario de la visión que tienen algunos medios de comunicación para denigrarnos con programas donde hay que ir a buscar una pareja para ser completamente feliz, peleando como gatas en celo por el guaperas de turno; sentarnos en un plató y utilizarnos para el entretenimiento del prójimo, eso sí, siempre el protagonista es el morbo frente a frases tan ingeniosas como: Eres lesbiana y quieres que tu familia se entere; Tu marido te ha puesto los cuernos y hoy lo vas a desenmascarar, Tus hijos no te comprenden , no te ayudan en casa. ¡Lamentable!
Pero no hemos terminado, la guinda de este postre amargo del maltrato, está en Internet y en los video-juegos. La figura femenina es utilizada para las mayores aberraciones en manos de miles de depravados mentales para la satisfacción de sus fantasías y el horror de nuestra realidad.
Y si dura es la pena mayor es el castigo, ante los hechos de ser víctima, acosada y maltratada se nos castiga ante los ojos del maltratador privándonos de la libertad de llevar una vida cotidiana y segura en nuestros hogares, con nuestras familias, en nuestros barrios, con nuestros vecinos y vecinas y a cambio de protección se nos anula y se nos esconde en pisos de acogida, perdemos nuestros trabajos y la capacidad de relacionarnos, nos colocan pulseras de seguridad o policías que nos vigilan. Y yo me pregunto: ¿es justa la pena? ¿debería ser al revés el castigo?
Ha sido un fin de semana trágico y muy triste para todas las mujeres y para todos los hombres que luchamos por y para la Igualdad y la no violencia pero también ha sido un espacio para la reflexión y seguramente para la participación ciudadana en todos los actos que se nos soliciten en la defensa y el apoyo de las mujeres en desigualdad o victimas de violencia. Que descansen en paz y perduren en nuestro recuerdo para siempre.
(*) Alicia Villa es miembro de And@res, Asociación de Mujeres de El Rosario
Alicia Villa *
Sobre este blog
Espacio de opinión de Canarias Ahora