Espacio de opinión de Canarias Ahora
¿Peligro nuclear?
Que Irán forma parte del imperio del mal en formato terrorista, o el mito según el cual este país representa un peligro, está inscrito en la propaganda occidental desde 1979, aunque Teherán nunca inició una guerra contra sus vecinos. La propaganda imperial sólo debe repetir con frecuencia el embuste. Y ahora más, gracias a las sanciones financieras y tecnológicas aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU el mes pasado, tras la decisión iraní de continuar sus investigaciones nucleares. Pero estas investigaciones forman parte del Tratado de No Proliferación Nuclear y están autorizadas mientras tengan fines pacíficos. Irán no puede demostrar que carece de planes agresivos, de la misma manera que Irak estaba incapacitado para entregar pruebas sobre la no existencia de armas de destrucción masiva inexistentes.Sólo cabe condenar a Teherán en base a un juicio de intenciones por parte de países que sí poseen artefactos nucleares. Ellos sí constituyen un peligro real, entre ellos Israel. Los expertos aseguran que en ningún caso, y aunque quisieran, los ayatolas poseerán armas de este tipo antes de 10 años, pero el Mossad calcula que dentro de 24 meses Israel se enfrentará al peligro nuclear procedente de Irán. Y está dispuesto a aplicar las peores recetas de la guerra preventiva para evitar la amenaza imaginada.Si lo que pretende Ehud Olmert consiste en estudiar la reacción de la opinión pública ante su plan aventurero, debería tener en cuenta el horror de Hiroshima y Nagasaki, aunque venda que las nucleares tácticas poseen un poder de destrucción mucho menor, o que harían explosión bajo tierra (tras los agujeros abiertos previamente por bombas convencionales) y con riesgo mínimo de consecuencias radiactivas. La comunidad internacional debe responder inmediatamente que en ningún caso aceptará una versión menor del terror nuclear sobre las ya débiles espaldas de la paz. También parecía improbable la ocupación de Irak (por la dimensión de la tragedia previsible) con el falso argumento de las conexiones de Bagdad con el terrorismo internacional o la existencia de armas de destrucción masiva, pero el drama se desató y ahí sigue sin que nadie se encuentre hoy en condiciones de superarlo por culpa de la ocupación extranjera.Irán, dicen, responderá de forma contundente. Cerrará inmediatamente el estrecho de Ormuz, forzando otra crisis petrolera y, seguramente, iniciará ofensivas políticas y militares. Estados Unidos no ha respondido todavía oficialmente a la información sobre los planes israelíes. Quizás considere mal momento para lanzar amenazas de guerra, dado el pantano iraquí y los problemas políticos domésticos derivados. Sin embargo, el Pentágono anunció en diciembre una serie de planes para desplazar buques de guerra y aviones de combate e la región del Golfo Pérsico. También los británicos. El portaviones Eisenhower ya tiene a tiro a Irán y el Stennis navega hacia la zona. Una posibilidad para Estados Unidos, políticamente muy arriesgada y/o criminal, sería la de permitir el ataque unilateral de Israel y neutralizar la reacción de Irán controlando el estrecho de Ormuz. Esta combinación militar o cualquier otra multiplicaría los desastres de la guerra. Hay que rechazar sin ambages la aventura israelí anunciada, condenarla de antemano e impedir su aplicación. Nunca más bombas nucleares.
Rafael Morales
Sobre este blog
Espacio de opinión de Canarias Ahora
0