Soria, contra el PP chicharrero

Aparte de los profundos enfados de Cabrera Pérez Camacho y Angel Llanos, no hay que perder de vista la posición critica de Fernando Fernández, un hombre leal al partido pero que tiene criterio propio, y lo demostró en la última reunión de la Ejecutiva Regional del Partido Popular, cuando el secretario general Manuel Fernández advirtió a todos los dirigentes que “a los que protesten se le disparará desde las trincheras”, y en ese momento Fernando Fernández le pidió que se explicara mejor, y el otro Fernández, el de Anfi Tauro, miró para el otro lado sin contestar al expresidente de Canarias.

Pero la critica más dura de este pacto entre CC y PP en el Ayuntamiento de Santa Cruz ha partido hasta ahora de Alfonso Soriano y Benitez de Lugo, el que fuera primer presidente de la Junta de Canarias, y ahora concejal del PP en Santa Cruz, que ha llegado a afirmar que el apartamiento de Angel Llanos de la portavocía y de la Consejería de Economía y Hacienda es “un chantaje de CC al PP de Tenerife”. No dijo Soriano que este chantaje tiene su motivación en el “reparto” de Rivero y Soria de sus feudos respectivos de Tenerife y Gran Canaria, pero el distanciamiento del grupo municipal del PP santacrucero y el no aceptar ningún área ejecutiva en el nuevo gobierno municipal, hablan por si solo.

Pero Soria no ha llevado la tensión sólo al PP de Tenerife. En El Hierro, las diferencias entre el presidente insular, Celso Lima, y el Alcalde de Valverde, Agustín Padrón, también del PP, son cada vez más profundas, y en el caso de Padrón el distanciamiento con Soria es ya “cosa pública”. En La Gomera Soria tiene también el lio armado desde que cerró la sede de Vallehermoso, y que motivó la dimisión del presidente local Olegario Marichal, ahora profundamente enfrentado al presidente insular, Jesús David Ramos. En lo que se refiere a La Palma, la situación para el PP es muy complicada, porque además allí quién domina es Antonio Castro Cordobés, con la única competencia del Partido Socialista. En las últimas elecciones autonómicas de ocho diputados al Parlamento de Canarias, el PP sólo sacó uno, Gabriel Matos. De Lanzarote y Fuerteventura la situación se puede reducir a dos incognitas, la primera cómo reaccionará en la isla de los volcanes el pueblo al bodrio de pacto que puso a Candido Reguera como Alcalde de Arrecife, con el pil-pil como plato suculento pero difícil de digerir, y en Fuerteventura, ¡madre mia!, a ver que perrerías le hará Domingo González Arroyo a Agueda Montelongo. Y por lo tanto, a Soria. Un panorama ahora mismo inntrincado. Y ya digo, en Tenerife muchos “populares” rebelados.