Un poquito de por favor

Es mejor tomarlo a broma que darle seriedad al despropósito en que la dirección local del PSOE en Las Palmas de Gran Canaria ha convertido la votación del domingo. Del silencio ante las 'viejas mañas' que se apoderaron de la entrada a la sede y de la esquina de esa manzana, ha pasado al ataque contra dos compañeras de la Agrupación, Chani Ruiz e Isabel Mena, y, de paso, a Juan Fernando López Aguilar –que todavía estará preguntándose a cuenta de qué el secretario de Organización local le mete en esa nota de prensa que debe ser fruto, espero de corazón, de un pronto y no de una reflexión-.

La nota de prensa que asume Aridany Romero en nombre de la dirección local del PSOE (ese órgano que debe velar por mantener la normalidad en la Agrupación y sus actos, como los procesos electorales) concentra sus calificativos y amenazas veladas sobre Ruiz y Mena. Su pecado a ojos Romero –que en el mejor de los casos ha actuado por su cuenta sin medir ni sus palabras ni el tono de la redacción- es haber dicho en los medios de comunicación que preguntaron (con bastante moderación, por cierto) lo que era público y muy notorio ese mismo domingo: que las formas en la votación dejaron mucho que desear.

Lo que hicieron a la vista de todos, durante muchas horas, las dos personas que originaron este conflicto (dos personas que por cierto no nombra Romero en su nota de prensa; dos personas a las que salvaguarda del escaparate público y del descrédito) es algo que el secretario de Organización ni menciona.

Él, Aridany Romero, al parecer, no fue alertado varias veces del tránsito de sobres de votación hacia la calle y su distribución entre grupos de afiliados nuevos que, disciplinados, esperaban ese sobre para ejercer su derecho al voto, también en grupo. Y tampoco recordará Romero que varias veces tuvo que actuar él mismo para rebajar el descaro de la 'vieja maña' para votar el 'nuevo tiempo' de Pedro Sánchez, Eduardo Madina o José Antonio Pérez Tapias.

Menos hace mención a que uno de esos dos afiliados –de los que calla sus nombres en la nota de prensa oficial- fue sorprendido en la cabina de votación con una buena tonga de sobres (con sus respectivas papeletas) dispuestos para sacarlos a la calle. ¿Sabrá que algunos de los nuevos compañeros y deportistas del PSOE comentaron que estaban allí, afiliados y votando, porque el entrenador del equipo de voleibol en el que juegan les dijo que debían hacerlo, y hacerlo además de esa 'vieja' manera?

Quizá Aridany Romero, en nombre de la Ejecutiva Local del PSOE de Las Palmas de Gran Canaria, debería centrar sus esfuerzos en resolver ese espectáculo que el domingo vimos cuantos fuimos a votar, más los periodistas que esperaban para recoger declaraciones y el público de la prueba deportiva que había cortado la ciudad baja.

Y también debería evitar nuevos espectáculos públicos como esa nota de prensa sin dignidad ni altura institucional.

El censo de la Agrupación el PSOE en nuestra ciudad lleva varios años perdiendo afiliados como en el resto del país. En abril de este año éramos 617 personas. En junio, el censo que sería válido para la votación del pasado domingo, sumábamos 842 afiliados. 225 compañeros más en dos meses, un incremento del 36,4 por ciento. Mi más sincera enhorabuena, ya que están dados de alta conforme a los estatutos del PSOE. (Lástima esos otros casos cuyas fichas de inscripción no consiguen avanzar en nuestra Agrupación y terminan por darse de alta en otro municipio o por internet en Madrid y después piden traslado a Las Palmas de Gran Canaria).

Igual que el resto de compañeros aceptamos esta afiliación entusiasta debería la dirección local, un poquito de por favor, cuidar las formas y mantener su carácter institucional. Chani Ruiz e Isabel Mena son amigas mías y personas a las que valoro por su compromiso y lealtad. Y ellas, sobre todo en este asunto, merecen tanto respeto público de esa Ejecutiva como el que gozan José María García Quer y Manuel Campos. Sebastián Franquis, secretario general de la Agrupación: ¿Nuevos tiempos en el PSOE? Obremos todos con el ejemplo en Las Palmas de Gran Canaria.