Ñito es, para quien no lo conozca, Antonio José Pérez Hernández, un histórico de la gestión deportiva en el Cabildo de Gran Canaria. Su nombre aparece mencionado en el sumario del caso Karate porque una víctima asegura haberle comunicado en una ocasión un incidente en la Ciudad Deportiva con un monitor, hermano de José Luis González, uno de los imputados en la causa. La víctima ha dicho ante el juez, no obstante, que mantuvo relaciones consentidas de trío con ese monitor y su novia, pero en casa de aquel, no en las instalaciones públicas deportivas. La víctima dijo haberle aportado a Ñito una grabación, cosa que éste niega y desea negar ante el juez Parramón. Según su versión, en una ocasión le llegó una citación judicial para que acudiera a declarar como testigo, y negó conocer incidentes relacionados con el sexo en la Ciudad Deportiva. Nada más se supo, lo que indica que aquello se archivó. El funcionario llevó a hablar con la denunciante para pedirle pruebas de lo que aseguraba, y hasta se entrevistó con Torres Baena, quien le aplicó una de sus respuestas de sumario: es que las niñas se enamoran de los monitores y dicen cosas inciertas. Por si acaso, Ñito trasladó al monitor al Centro Insular de Deportes para alejarlo de la chica.