Siempre hemos pensado que tenemos una vicepresidenta y consejera de Sanidad que no nos merecemos. Ni se la merece la oposición en el Parlamento de Canarias, que la mortifica sin razón. Este jueves la hicieron venir de Toledo a contestar una pregunta de Tere Morales (PSC) y la diputada socialista se mandó a mudar a Madrid convocada por su partido. Fue Blas Trujillo el que se ocupó de la consejera, no sin antes mandar a un propio al registro de entrada de la Cámara a comprobar lo que sospechaban: le preguntaban a la consejera por el retraso en la presentación de los Planes de Gestión Convenidos (PGC) para 2004, una especie de planificación por objetivos, que todavía no ha sido presentado a la Cámara, y Mari Mar Julios lo entregó una hora y cuarto antes. O sea, en los minutos basura.