A su regreso de unas cortas vacaciones en Suiza, donde asegura no disponer de cuenta bancaria ni de acciones chocolateras, el insuperable Alberto Santana, denunciante de la trama eólica y furibundo ampliador de querellas, ha roto su silencio primario para hablar de las primarias socialistas. Reconoce que es cierta la noticia que publicamos aquí este fin de semana acerca del impago de al menos seis meses de cuota de militancia, lo que le convierte en un outsider de las elecciones primarias. Pero a renglón seguido, Santana se explica y viene a decir más o menos lo siguiente: “yo se lo comuniqué a la ecónoma del partido, Ana María Peñate; le dije en enero que me mudaba de casa y que cambiaba de banco. Así que le pedí que actualizara mi ficha de afiliación, y ella dice que lo comunicó. Pero me temo que una mano negra paralizó esas gestiones y por eso ahora me quieren dejar fuera de las primarias”.