En el Partido Socialista Canario la camisa no les llega al cuerpo. Contienen el aliento: cuando Soria se aproxima a su final político por obra y gracia de los asuntos eólicos, de La Oliva, de Telde, de las cosas de sus consejeros y de los suyos propios, cuando los socialistas poco más tendrían que hacer que presentarse a las elecciones, una duda se cierne sobre el partido de la rosa: ¿ y si pasaran cosas en algún municipio con alcalde socialista, pequeñas o grandes pero suficientes para anular la descomposición del Partido Popular? Puede que todo sea pánico, pero el desasosiego existe.