El Colegio de Abogados de Las Palmas acogió este lunes un acto que quizá pasó más inadvertido de lo que merecía. Se conmemoraba el sexagésimo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamados por la Asamblea General de la ONU el 10 de diciembre de 1948. Nunca está de más recordar los treinta artículos de que consta esta carta, vulnerados sistemáticamente en muchas partes del mundo, incluida ésta y sus aledaños. Y para recordarlo, el colectivo que preside Joaquín Espinosa se hizo acompañar por la delegada del Gobierno, Carolina Darias; el obispo de la Diócesis de Canarias, Francisco Cases; el rector de la ULPGC, José Regidor; la presidenta de la Audiencia Provincial de Las Palmas, Pilar Parejo; la magistrada María Victoria Rosell... y un montón de niños. Cada uno de los invitados leyó un artículo relacionado con su condición, lo que convirtió en particularmente emotivo escuchar a un niño peruano referirse al artículo 13 (“Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país”). Se echó en falta algún periodista que leyera el 19 (“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”). Felicitamos al Colegio de Abogados por la iniciativa. Y que cunda, en el fondo y en las formas.