Apoyándose en dos de tres consejeros (Hilda González Rodríguez, Francisco García Navarro y Carmen Soledad Mateo Santana) Mauricio y Soria pretenden volver a tener la potestad de dictar al oído de Antonio Marrero la política de La Caja. Desconocemos si el ahora presidente en funciones se dejará porque, la verdad, desde que se abrió el proceso electoral hasta la fecha, ni se pone al teléfono, sea quien sea el que le llame, de la corriente que sea. Pretende transmitir independencia, ecuanimidad, templanza, castidad política, alejamiento de la polémica y tantas otras virtudes teologales y no teologales que a más de uno está poniendo de los nervios. Este viernes, cuando se constituya el consejo, se despejarán las incógnitas, tengan paciencia.