Es muy posible que termine decayendo la denuncia que por injurias y calumnias ha presentado el ex presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, José Manuel Arnáiz, contra el ex consejero de Megaturbinas de Arinaga Francisco Cabrera por un quítame allá un trato de favor a los Esquivel. Este martes hubo ratificación ante el Juzgado de Instrucción número 2, y el letrado de Cabrera estuvo fino. Le preguntó a Arnáiz si ejercía su derecho a querellarse como ciudadano o si lo hacía como presidente de la Autoridad Portuaria. Y Arnáiz dijo que como ciudadano. Pues ya estamos: siendo así, cómo es posible que el poder a procuradores lo otorgara en su calidad de presidente (“no me acuerdo”, dicen que dijo), y que lo pagara el organismo público (“pues tampoco me acuerdo”). Y a mayor abundamiento y para gozo y disfrute de la canallesca añade: “la procuradora que me representa lleva muchos casos en el Puerto”. ¿No me diga? La procuradora en cuestión es doña María del Carmen Benítez, esposa de José Manuel Soria, que seguramente ya no conoce a Arnáiz. Ni falta que le hace a estas alturas.