Dicho y hecho. Mentar a Radio Aventura, emisora singular de Telde, no sale gratis a nadie. Este jueves les contábamos aquí mismo una más de sus andanzas, y poco tardó su director, Carmelo Martín, caracterizado en el personaje de Andresito, en ponernos a caer de un burro. Dijimos -recuerden- que es la radio del nuevo orden, el que marca desde el Ayuntamiento la familia Reyes con el pobre Paco Valido haciendo de fanfarria, y Martín se desbocó. Lo más bonito que dijo del director de este periódico fue “gilip...”, le envió a “tomar por c...”, y en comandita con un triste presentador que le ríe la gracia y aspira a que le llamen periodista, desplegó una extraña teoría sobre los pseudónimos en el periodismo que mejor se hubieran ahorrado por el buen nombre del periódico La Gaceta-El Mundo, que tando cuartelillo les da en aras de los convenios que tienen apalabrados. Lo malo es que Radio Aventura es sólo un botón de muestra del estado de fanatismo político cercano al fascismo que se vive en Telde desde que los Ciuca y el PP tomaron el poder: amenazas a quien abra la boca, represalias de todo tipo y marginación eterna a todo el que haya tenido que ver directa o indirectamente con Coalición Canaria. Los terminarán haciendo buenos por brutos e ignorantes.