Tampoco debe ser muy ajeno el consejero Pepe Jiménez y los técnicos del departamento de Aguas del Cabildo a aquella cacicada made in Soria ejecutada en la época en relación con la inauguración de un campo de fútbol a la vera misma del barranco de Arguineguín. Alguien del equipo más estrecho del presidente Soria hizo una visita de reconocimiento días antes de los fastos y dio instrucciones al Ayuntamiento de Mogán para que se asfaltara el cauce del barranco, de modo que pudiera pasar el coche de su excelencia sin que sufrieran sus amortiguadores (del vehículo) ni se incomodara a su dignísimo pasajero con baches y posibles charcos que pringaran la carrocería (del coche, otra vez). Por aquel campo de fútbol y el concurso que condujo a la adjudicación del césped artificial, el juez Alexis Reyes, primer instructor de Góndola, llegó a imputar al concejal de Deportes. Falta por saber si alguien acarreará con las responsabilidades derivadas de esta hazaña tan propia de Galicia cuando se anunciaba visita del caudillo.