Los mismos sesudos analistas coinciden en afirmar que un pacto CC-ATI con el PP de aquí a marzo no haría otra cosa que acrecentar el abismo entre los ciudadanos y las instituciones, desgastar hasta límites hasta ahora nunca vistos la credibilidad de Soria y Rivero, cabrear especialmente al electorado de Gran Canaria, que es el que con mayor claridad ha gritado ¡basta! y certificar el final de dos carreras políticas que, no por prometedoras, tenían su aquel. Aguilar se quedará a hacer oposición, de eso no tenemos la menor duda, y dado el respaldo parlamentario, social y moral que le avala, hará la oposición más dura que se haya visto jamás en Teobaldo Power. Y si es verdad que le conocemos como le conocemos, dirá a Paulino ahí te pudras si, llegado marzo de 2008 y ante una más que segura derrota de Rajoy, el mago de El Sauzal le invita a bailar en el Gobierno. Y entonces sí que la tendremos montada de verdad.