El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
El caso del acusado que se fue ''a cagar''
De todo el mundo es sabido que la misma doctrina, los mismos argumentos jurídicos pueden valer para los dos lados del calcetín, según sea el órgano jurisdiccional, el denunciante o el denunciado. Los anales de la Audiencia Provincial de Girona guardan como oro en paño una resolución de su Sección Tercera que admitió el recurso de un ciudadano que no llegó a tiempo a un juicio en el que resultó condenado por una falta de lesiones. El ciudadano en cuestión presentó ese recurso en un papel común, escrito a mano y sin asistencia jurídica alguna, alegando que no estaba de acuerdo “con la sentencia porque, de haberme presentado a la hora citada, la sentencia podría ser otra. El motivo por el cual llegué 10 minutos tarde es que, justo cuando decidí salir de casa para presentarme a la citación, me entraron ganas de cagar y no podía aguantarme, y por estos motivos presento recurso de apelación”. ¿Insolencia? ¿Desacato? ¿Fraude procesal? Pues no.
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