La Ciudad del Agua será seguramente el penúltimo grano que deje en este mandato la actual Corporación que gobierna el Cabildo de Gran Canaria. Las anomalías, la opacidad, el corre-corre que nos trincan han presidido todos los actos administrativos y políticos de esta operación. Nada que objetar a que dos empresas se presenten al concurso para explotar ese negocio, pero sí mucho que criticar a que desde lo público se aporten 10,3 milones de euros sin un mísero informe oficial que avale algo. Lo mismo, exactamente, que ha pasado siempre en este mandato: ningún técnico cualificado pone su firma para dar credibilidad a la acción política. Y, para colmo, hoy nos desayunamos con que el coste para los usuarios de unas instalaciones públicas explotadas por particulares será como si utilizaran un gimnasio privado, es decir, el doble de lo que cuestan otros servicios similares del Cabildo. Con ese panorama, este lunes se reunirá la Comisión de Hacienda (a ver, Rosa, esos informes) y la junta de portavoces (a ver Larry, esas mociones). Les iremos contando porque esta semana promete.