La alcaldesa de La Oliva, Claudina Morales, de Coalición Canaria, es consciente de que la moción de censura entre el PP y el PSOE está ya a punto de nieve, que sólo un cataclismo post-electoral hará cambiar de idea a las dos fuerzas censurantes. Pero no piensa marcharse por las buenas, y ya le ha dejado al ex alcalde, Domingo González Arroyo, un elegante regalito en los juzgados de Puerto del Rosario: una denuncia que la fiscalía ha aceptado por prevaricación y delito contra la ordenación del territorio. La noticia saltaba justo este viernes y dará lugar, en su caso, a que el juez al que le corresponda el asunto envíe las actuaciones a la Sala de lo Civil y Penal del TSJC, dada la condición de aforado del marqués de las Dunas. No será la primera vez que el ex alcalde tenga que pasar por allí, lo que nos lleva a pensar que no le va a causar trauma alguno. Pero no hay que olvidar aquello del cántaro que tanto va a la fuente.