Nos llegan noticias nuevamente del famoso ramal de la GC-1 a su paso por El Lechugal, en Mogán, donde el director general de Obras Públicas, Domingo Berriel, se afana en una negociación complicada con los particulares, que encima se sienten engañados por el mismo Gobierno que Berriel representa. Los particulares, como les hemos contado, todavía no acaban de creerse lo de la actitud del director general de Ordenación del Territorio, Rafael Castellano, y de su hombre de confianza en la Consejería, el arquitecto Jesús Luna. De momento, gracias a estas gracias, Berriel ya ha tenido que comprometerse a aflojar unos cientos de millones en expropiar parte del trazado, cuando antes iba la cosa de coste cero. Y queda el asunto de fondo: ¿va el héroe Castellano del territorio a permitir que se ejecute la carretera en contra de lo que dice el Plan Parcial o los planes parciales de la zona? Cuando se ponen tan estrechos y tiran de la billetera de esta forma es que algo gordo está por venir. Tratándose de esa misma consejería ¿serán compromisos con Convergencia y Unió en suelo majorero? ¿Con Bush? No creemos que sea para tanto. Pero les aseguramos que se lo vamos a contar.