Alemán prefiere hablar de reforma electoral, y ya anda descartando la lista regional y la triple paridad: prefiere un modelo que prime la población de cada isla, y punto. Se inclina por un modelo orgánico del PSOE más “comarcal”, que permita gobernar en más ciudades que las que ahora mismo son socialistas. Y no quiere oír hablar del “debate de pánfilos” acerca de si se puede dirigir el PSC desde Bruselas a través del teléfono móvil. Él opina que sí, y para avalar su tesis recuerda que en Canarias no se puede hacer de otro modo si hay que hablar de una isla a otra. También rechaza el modo en que se están produciendo las críticas a López Aguilar: “Se puede discrepar, pero lo que es un disparate es echarlo; no lo va a entender la gente y nos pueden dar un palo electoral”, sostiene.