Pero bueno, mientras se dilucida quién es más incompatible y más impresentable en el Parlamento, nos quedamos con lo sustantivo de la trama eólica, la que sitúa en el centro de la operación a Megaturbinas de Arinaga y a Promotora de Recursos Eólicos. El magistrado Parramón y la Policía necesitan una ayudita del público en general para dar el definitivo salto del charco de los lebranchos al estanque de los tiburones, y nosotros tenemos una idea inocentona: que Emilio Mayoral, presidente de la Autoridad Portuaria, le haga llegar por el conducto que sea más adecuado a estas circunstancias dos documentos que obran en su poder: el famoso contrato del 3,5% de beneficio a perpetuidad en favor de la empresa de Esquível y el informe de la Abogacía del Estado declarándolo ilegal, nulo y lesivo para el interés general. Porque si Promotora no concursó por no tener suelo, ¿por qué siguió contactando con Celso Perdomo con posterioridad? Y si el juez quiere el contrato y los recibos del alquiler del chalet de Soria, con mucho gusto se lo acercamos. Así nos dan unos puntitos en la tarjeta Granadera Plus, que ya es de platino.