Más genialidades de la era soriana en el Cabildo con las que han de apechugar los nuevos responsables en la institución. Por primera vez este miércoles asistiremos a una conferencia de prensa de la empresa de transportes Global, que acaba de cumplir diez años desde su creación, fruto de la fusión entre Salcai y Utinsa, para quejarse de que el Cabildo no le paga. No es la primera vez la compañía, una sociedad anónima laboral, atraviesa un trance similar, pero en esta ocasión las posturas se han radicalizado por el enroque del interventor del Cabildo, que no cede un milímetro desde que Soria se empeñó en hacer las cosas mal. Todo empezó cuando el hoy vicepresidente del Gobierno se comprometió con Global a una bonificación por viajero a través de títulos de viaje de fidelización. Quedó cojonudamente bien, se hizo la foto y se dio los abrazos de rigor, pero se olvidó de presupuestar ese gasto y, por lo tanto, de pagarlo. Lo intentó hasta el último momento su consejero de Transportes, Juan José Cardona, pero ya se sabe que lo que no está en los presupuestos no está en este mundo de los vivos. Y Soria dejó el pufo del periodo 2004-2007 para los que llegaron detrás... La cosa va por 12,5 millones de euros.