Los números no fallan. Una miniserie de entre cuatro y seis capítulos, de 26 minutos de duración, supone que en el mejor de los casos, la producción costará 30.000 euros por entrega, 1.154 euros el minuto; y en el supuesto de que el ganador de este chollo haga cuatro capítulos, cobrará 45.000 euros por cada uno de ellos, a razón de 1.730 euros el minuto de producción. A eso habrá que añadir lo que cueste emitir esa serie en las televisiones del mundo mundial, donde seguramente se pelearán por adquirir los derechos. Menos mal que la gastronomía isleña se compone de ingredientes alejados de los percebes, el caviar o el champán, que fue lo que se metió la consejera y su séquito entre pecho y espalda en el Emirates Stadium de Londres en aquel engendro de campaña de Los Estadios de la Felicidad, porque, de haber sido de ese modo, podríamos haber pagado un potosí por cada capítulo.