Uno de los factores que ha de sopesar Chano Franquis antes de tomar una decisión y contestar a Carolina Darias se llama Blas Trujillo. El diputado isletero sabe que no va a repetir en la lista de José Miguel Pérez al Parlamento, con Paquita Luengo de dos y Emilio Mayoral de tercero. Se resigna, como se resignó a dejar el Congreso de los Diputados el día que le pidieron, en los peores momentos del PSOE de los noventa, encabezar la lista al Cabildo grancanario, o cuando López Aguilar y los suyos le retiraron la confianza y pasó al banquillo de los suplentes parlamentarios. Tiene ofertas de la empresa privada, pero el gusanillo de la política le lleva también a deshojar la margarita. Saavedra lo tiene como un posible candidato a dirigir el grupo municipal después de las elecciones de mayo, pero Trujillo está profundamente decepcionado de su partido y del alcalde, que se la jugó cuando al tiempo que le pedía auxilio, fichaba a Chano Franquis como director de gobierno. Chano ya le ha dicho al alcalde que decida, que él y Trujillo en el mismo equipo es como jugar con dos delanteros centro y sin centrocampistas. El isletero tampoco se ha decidido, está cansado de tantas idas y venidas, de algunos desplantes y, acabados de cumplir los cincuenta, ya va siendo hora de enfilar otros horizontes.