Si lo que pretendían el presidente del Gobierno de Canarias, Adán Martín, y el del Foro de la Inmigración, el sindicalista tinerfeño José Juan Benavente, era caldear los ánimos previos a la cumbre de la inmigración de este miércoles, lo consiguieron. Pero a base de bien. Dijeron en comandita (y a estas alturas siguen sin desmentirlo, matizarlo o encharcarlo aún más) que el tal foro había decidido pedir a la Armada que intervenga en la contención del fenómeno de la inmigración vigilando ese brazo de mar que nos separa del continente. Pero no era verdad. O por decirlo más claro, era mentira: el foro no debatió ese asunto, y por lo tanto, nada se decidió al respecto, ni pedir la Armada ni a mí la Legión. Entonces, ¿qué hicieron Martín y Benavente?; ¿fue aquello una rueda de prensa o una charleta de cafetín en la que ambos expusieron sus muy personales opiniones? Veremos que dicen ahora en Fuerteventura.