Vaya por delante que hay que elogiar los esfuerzos del Ayuntamiento de Telde por transmitir a sus ciudadanos y al resto de canarios que allí hay vida inteligente, además de ex políticos cutres y presuntamente corruptos. Por eso se empeñan en organizar actos como el concierto del pasado viernes de Silvio Rodríguez, que registró un lleno casi absoluto y que, entre otras muchas cosas, sirvió para demostrar que tenemos muchos revolucionarios y románticos todavía en activo en las islas. Y fuera de ellas, que vimos gente que vino incluso de Ceuta. Pero hubo fallos importantes en la organización, además de la constatación de que el auditorio del parque urbano de San Juan necesita un rediseño urgente para que los escenarios no parezcan estar en la conchinchina y aquello suene mejor. Peor fue el desalojo del recinto, que algún iluminado acotó en un escaso pasillo de cinco metros de ancho por trescientos de largo con el muy injustificado objetivo de que la gente no se dispersara a través del parque. Menos mal que aquello era folk, que si llega a salir la peña de un concierto heavy, habría habido algo más que pisotones.