Los papeles filtrados no llevan firma, por lo tanto hay que cuidarse mucho de reproducir las acusaciones e insinuaciones que se vierten, pero hay que leerse con lupa las medallas que le cuelgan a Luis Hernández, Julio Bonis, Carmelo Ramírez y, por supuesto, Román Rodríguez. Lo más suave es “exhibicionismo” aderezado con “mucho chalet y mucho helicóptero”, pero hay pasajes muy poco edificantes para la propia CC, porque si se ha nutrido de personajes y prácticas como los que describe, bien habría hecho en apartarlos mucho antes. Por ejemplo, al CCN lo tachan de “oscuro centrismo grancanario”, y lo acusan de haber introducido en CC “una manera de actuar enfermiza y gansteril instalada en la estructura institucional grancanaria desde las postrimerías del franquismo”. A los dirigentes centristas más conocidos los acusan directamente de corruptos. De uno se dice que es “el Balbás canario, aunque es godo”, y al equipo que formó con su compañero portuario, “siniestro dúo artífice de las mayores maniobras políticas ejecutadas en Canarias en los últimos 20 años”. Éstos, junto al resto de seguidores de Román, se llevan el sanbenito de “potente y aguerrida camarilla que durante semanas forcejearon, extorsionaron, calumniaron, vilipendiaron a todos aquellos miembros del consejo político nacional que no apoyaban sus tesis (...)” Lo dicho, feliz Día del Pino.