María Isabel García Bolta, la concejal de Cultura del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, no pierde la sonrisa pese a la que le está cayendo. Y la que le está cayendo proviene de los sectores más carcas y casposos del PP canario, que no es mayoría, les aseguramos. Pero parecen no gustar sus modales de modernidad en la gestión, la simpatía que despierta entre la derecha y la izquierda, la capacidad para hacer cosas interesantes lejos de los grandes fastos tan al gusto de sus vetustos compañeros de partido. Ahora la atacan por el Carnaval, que si don Quijote no es un tema adecuado, que si no acude mucha gente a los actos, que si había sillas vacías en la gala de la reina... Le critican por el Carnaval que heredó, el que pusiera en marcha Pepa Luzardo, con ese dispendio millonario a mayor gloria del pan y del circo. Luego, si es el mismo Carnaval, ¿qué hay detrás de la campaña? Esperemos que no sea un bombero.