Llegamos al bollo del cogollo del meollo, el que explica la última operación de mantenimiento de control de La Caja por parte de Juan Francisco García, el ex director general que fue despedido en 1999 acusado por la propia entidad de haberle causado un quebranto patrimonial de más de 5.600 millones de pesetas. Como tenemos un testigo de excepción que estuvo muchos años junto al presidente de Canarias7 y que, tras un breve paréntesis de cuatro años, ha vuelto al redil, les dejamos con su propia versión. Fíjense cómo definía Chavanel, en un nada lejano noviembre de 2004, el reencuentro de su insustituible jefe con José Carlos Mauricio. Corría el año 2003, y hasta El Sebadal se acercó el entonces jefe máximo de Coalición Canaria. Dice Chavanel: “¿Qué le propone Mauricio [a Juan Francisco García en esa reunión]? Seguir siendo consejero áulico de Antonio Marrero, presidente de La Caja; seguiría reuniéndose con él, y seguiría influyendo”. Sigan leyendo porque les va a cuadrar con las escaramuzas de diciembre pasado.