Volvamos un momentito sobre la noticia económica de la semana en Las Palmas de Gran Canaria: dos empresarios que no son los más potentes del barrio, han anunciado que se hacen con la explotación del campo de golf de La Minilla, de titularidad municipal, adjudicado por 50 años por el Ayuntamiento de Pepa Luzardo a su bien amada Evemarina. Los empresarios dicen que se subrogan en las deudas de la promotora malagueña, entre las que se encuentra un préstamo de 10 millones de Cajacanarias, concedido, suponemos, con unas garantías superiores al valor de la concesión. Por lo tanto, debemos entender que Hernández y González, los empresarios valientes, han conseguido que Cajacanarias les crea, muy a pesar de que la concesión pudiera ser rescatada por el Ayuntamiento. De paso, la entidad tinerfeña salva un tremendo escollo: el impago de la deuda por parte de Evemarina, que se encuentra en proceso de concurso de acreedores, lo que obliga a cancelar los contratos con las administraciones cuando se entra en fase de liquidación. Una calle les pondríamos nosotros a estos dos empresarios canariones, aprovechando que Zerolo anda cambiando la nomenclatura urbana de Santa Cruz. Te Tenerife, por supuesto.