Efectivamente, todo el personal contratado por Ángela Navarro, a excepción de un periodista que acumula antiguedad por su paso por Radio Nacional, quedan fuera de la conversión a trabajadores fijos. Algunos pierden esa oportunidad por escasos dos meses, en el caso de los que tienen en vigor sus contratos, porque no contemplamos aquí los que tuvieron que abandonar sus puestos por una denuncia de Comisiones Obreras por considerar que la modalidad de “contratos artísticos” no podían camuflarse para tareas de redacción, que era lo que realmente se estaba haciendo ante las graves carencias del centro. Sin embargo, gracias a este cúmulo de situaciones disparatadas, a las que hay que unir el retraso en nombrar directora, salvan sus puestos los contratados bajo las direcciones del PP. Otro gallifante para la dirección regional del PSC, siempre tan certera en sus gestiones.