El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Graciliano Afonso, en capilla
Tras José Miguel Suárez Gil, los cañones de Tadeo apuntan ahora al entrecejo de Graciliano Afonso, otro de los vicepresidentes de la Cámara de Comercio y mosquetero del Zorro Plateado. Afonso es un buen hombre con indisimuladas ambiciones, alguna de ellas relacionadas incluso con ser alcalde de su ciudad, lo que es meritorio a la par que respetable. Además, practica una lealtad a prueba de bombas para con Suárez Gil, lo que unido a que todo se pega menos lo bueno, le ha convertido en pieza a abatir. Este jueves se votó su destitución por 30 a 6 votos, pero dado que no se alcanzaron los dos tercios del pleno (46 vocales) escapó loco por un voto. Tadeo ha mandado el asunto a los órganos consultivos de la Cámara para que le expliquen cómo puede haber un miembro del Comité Ejecutivo apoyado solamente por seis miembros del plenario y reprobado por otros treinta.
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