El Puerto de Las Palmas, esto es, su Autoridad Portuaria, ha publicado un concurso para la concesión de una parcela con destino a graneles sólidos en Arinaga. En un primer instante el autodisuelto clan de la avaricia amenaza con presentar una oferta. Lopesan, Satocan, Astican... tienen todo el derecho a presentarse con sabor retro o con la más acentuada de las modernidades. Sólo dejan una incógnita para el divertimento de los que les seguimos: ¿será Arnáiz el gerente de esa concesión granelera? Hasta mayo valen señas, como las hubo cuando el ex presidente portuario, siempre tan diligente, puso aquello de “pasar a Satocan y Lopesan” en un dictamen hecho a la medida. Si nos lo piden los interesados, hasta escaneamos el documento y lo subimos.