Por si fuera poco el escándalo del pelotazo dado en La Favorita, con un expediente fabricado a la medida de Calle Cervantes, esta empresa no entregó al Ayuntamiento la totalidad de la propiedad. A pesar de haber obtenido una sustanciosa plusvalía en alrededor de doce meses, la compañía hizo una determinación de restos y se quedó con los terrenos aledaños a la vieja fábrica tabaquera. Es decir, que el Ayuntamiento que entonces presidía José Manuel Soria pagó casi tres veces de lo que se ofertaba en el mercado y, encima, no obtuvo la totalidad de la propiedad por la que pagaba un dineral y por la que dejaba endeudado al Ayuntamiento por muchos años ante el Banco de Crédito Local. Para colmo, y ésa es otra, La Favorita no está cumpliendo ni de lejos con las expectativas generadas cuando se adquirió. Se pretendía concentrar en ella una serie de servicios municipales dispersos por distintas dependencias y no se ha podido conseguir como consecuencia de las deficiencias que presenta el inmueble. Y no lo decimos nosotros, lo dicen los sindicatos y lo dicen los funcionarios. Total, un sablazo para la ciudad y una cuenta en Suiza que todavía se puede investigar para ver qué pasó, qué hacía por allí un concejal del grupo de gobierno y por qué la empresa que dio el pelotazo quedó inactiva a continuación. Hay un periodista condenado por decir la verdad, pero la sentencia está recurrida.